La formación inicial se compone de Edu D. (elEdu), Hugo P. (Grafo), Hernan G. (PIC), Carli C. (Calito), con la participación especial de
Jorge V. (El Alquimista) y Raúl D. (RD), pero esperamos seamos mas. En este partido como en los partidos de la vida hay alegrias, tristezas, polemicas, amores, desamores, cambios y transformaciones, seria un placer que participes de ellos junto a nosotros..

......Tu comentario es bienvenido!! (gracias)...........
Queremos recibir tus aportes y sugerencias a: correomanoinquieta@gmail.com

sábado, 4 de febrero de 2012

La vuelta del Abuelo Poeta

A casi un año del anterior artículo de Mano Inquieta sobre “El Abuelo Poeta”, otra vez me encuentro revolviendo viejos papeles escritos por Don Joaquín.
Con la misma emoción releo una carta escrita a María Laura (su nieta, mi hija) a raíz de un viaje de estudio que realizó a Portland, EEUU, a principios de 1995.
Será una sorpresa para algunos, pero para los que lo escucharon alguna vez, podrán comprobar que trata de un tema que habitualmente estaba entre sus preocupaciones, el desarraigo. En este sentido, esta carta es un verdadero ensayo literario sobre el tema, que la disfruten

“…Para darme cuenta de todo esto tuve que volver atrás todo lo visto y vivido en mi propia familia. Recordar a mis padres y tíos, antepasados de todos ustedes, en pocas palabras, que hicieron algo parecido a lo que yo estaba imaginando para mis nietos en un futuro cercano.
Ellos también buscaron nuevos horizontes emigrando de su tierra.
Eran todos catalanes (hasta mi único primo lo fue) y de las dos familias –padre y madre-, solo uno de los hermanos de mi madre quedó por siempre en su país. Mi padre, su hermano y su madre (mi abuelo paterno falleció joven en Cataluña) vinieron a la Argentina, como así también mis abuelos maternos y cuatro de sus hijos.
Mi padre llegó a la Argentina en 1911. Venía de una España en decadencia y conflictos. Se había perdido la guerra de Cuba en 1904 y muchos españoles perdieron allí la vida o volvieron enfermos, muchos de paludismo, encontraron a su patria envuelta en convulsiones sociales y políticas profundas, con rebeliones anarquistas, atentados y represiones. España y sus habitantes estaban pobres, con bajísimos niveles de educación popular y dificultades para conseguir el sustento diario en muchísimos casos. Además el temor a nuevas guerras estaba latente.
Y entonces, tanto españoles, como también pasó algo similar con los italianos, buscaron un nuevo mundo, que en ese instante parecía mejor. Y muchísimos se dirigieron a la Argentina.
Queridos nietos: medio siglo después seguían con su alma en su país. Yo vi a mi papá muy enfermo delirar con una vertiente de agua fresca de la que él había bebido cuando joven. Y esa vertiente no se encontraba, como las que yo recuerdo entrañablemente, en las sierras de Córdoba, en Catamarca o Tucumán. Era el Pirineo español. Y en su fiebre la veía en medio de los pinos, vislumbrando a lo lejos el mar de Cataluña, mientras estoy seguro que en su cerebro sonaban acordes de sardanas.
Ya desde mi infancia había escuchado añorar la música de zarzuela, recordar los paisajes incomparables de su tierra. Hablar de Barcelona, de Montserrat, del Paseo de Gracia, la Rambla de las Flores, la Plaza de Cataluña, el monumento a Colón como algo incomparable, único, bellísimo.
Y es que el mar catalán era más mar que ninguno, sus montañas las más bellas, sus gentes las mejores gentes.
Y todo esto no lo terminaba de entender, hasta que me di cuenta de que todo lo que decían era verdad. De que para ellos era realmente así.
Y es que el mar, las montañas, la música, las ciudades, las gentes mejores, más bellas, más entrañables, son las que se ven con los ojos de la niñez, la adolescencia y la juventud.
Porque los sentidos, los sentimientos, las ideas se formaron, se emocionaron y crecieron y gozaron la época de mayor transformación, la época que nos marca para toda la vida.
Y entonces me di cuenta de porqué, en los ojos de mis padres, de mis tíos, de mis abuelos, siempre había como una nube de tristeza, de melancolía. Era el dolor de la añoranza de lo perdido.
Habían perdido los cimientos, las bases de sus vidas; los habían dejado demasiado lejos. Habían perdido, como dice una canción que canta Peteco: “el brillo del alma”.
Porque sus almas no estaban totalmente con ellos, en el país donde vivieron inclusive la mayor parte de sus vidas.
Fue como si a esa alma la hubieran partido por la mitad con un hachazo certero en el momento de partir.
Y nunca se volvieron a reunir con esa mitad. Yo diría con la parte más ingenua, entusiasta, vivaz, vital de ese intangible órgano: con su alma de niños, de adolescentes y de jóvenes.
Por eso sus pensamientos, sus sentimientos, todos sus recuerdos, el tiempo y la distancia hacían que lo vivido les pareciera mejor de lo que realmente fue. Volaban constantemente para tratar de reunirse con esa parte separada abruptamente tantos años antes. Y quizás, solamente al rememorar a sus gentes, sus paisajes, sus costumbres, su país, recuperaban en parte ese “brillo del alma” de sus años jóvenes.
Chicos: hemos sido quizás “condenados” a no poder separarnos impunemente de nuestras raíces, de la tierra en la que pasamos los primeros años de nuestras vidas.
La felicidad –ese indefinible estado huidizo, cambiante y veleidoso que todos perseguimos a lo largo de la existencia – quizás solo pueda ser completa, aunque por períodos o momentos, si no hemos sido desterrados del lugar de nuestros primeros recuerdos, de nuestras primeras experiencias, imágenes, emociones, amores; si no nos hemos extrañado de nuestra tierra. Porque al fin y al cabo, como las plantas, también morimos emocionalmente si nos cortan las raíces.”
GRACIAS JOAQUIN

6 comentarios:

  1. Qué manera de contar, de trasladarnos, de hacernos viajar... El desarraigo como eje central, pero muchos otros caminos más que son inevitables, que no podemos esquivar.
    Los que dejan todo y vuelven a nacer sin dejar de pertenecer, sin olvidar que su alma tiene un origen justo ahí donde su corazón empezó a sembrar.
    Y no dejo de sorprenderme con la capacidad de reflexionar que tenía Joaquín y que sin lugar a dudas es un bien de familia. Un bien sin precio por supuesto.
    Gracias Alquimista por seguir revolviendo papeles que puestos ante los ojos atentos y ávidos de nuestra poca experiencia, nos permiten estar más atentos y sensibles a lo que nos rodea. Nuestro lugar, nuestra familia, nuestra tierra.

    ResponderEliminar
  2. Que hermoso!!Gracias hermano por traernos este recuerdo de papá. y a vos querido viejo, que orgulloso estarias de ver los hermosos nietos y bisnietos que tenes, pero sobre todo como lograste formar esta familia unida por los sentimientos de amor que nos enseñaste!!

    ResponderEliminar
  3. Hace unas tres semanas, un lunes antes de cenar me llamo mi vieja para contarme que en dos días se iba a pasar una semana a La Rioja. Por suerte supe reprimir el acto reflejo de demostrarle mi disconformidad, por dentro pensé: Con este calor… en La Rioja debe hacer 50 grados a la sombra. Tres días después a las once y media de la mañana volvimos a hablar por teléfono, su voz ya era otra, era la de una niña feliz. Estaban con dos de sus hermanas preparando empanadas, mientras dos hermanos comenzaban el fuego para hacer un asado. Este es un claro ejemplo que tengo para aportar a lo que tan entrañablemente escribe Joaquín. En Punta de los Llanos mi mama vivió los primeros 19 años de su vida, los 48 años que hace que vive en Bs As no fueron suficientes para borrar el “brillo del alma” que le produce volver al pago.
    Que lindas palabras del Abuelo Poeta, que gran definición de la felicidad. Gracias Joaquín por jugar el campeonato para Mano Inquieta y sobretodo sepa que aquellos cimientos que con tanto amor construyo, hoy es un modesto edificio familiar donde todos vivimos muy a gusto y perseguimos ser felices.

    ResponderEliminar
  4. Gracias papi por este hermoso recuerdo!
    Esta carta del abuelo que tanto me conmovió al recibirla, al releerla revive todas las emociones de ese verano del 95. Recuerdo que extrañaba los afectos, el olor de mi casa, los ruidos del barrio y hasta las cosas más sencillas me hacían recordar mi lugar. Le escribí al abuelo en ese momento que no entendía qué me pasaba... que si estaba tan feliz por aprender todo lo que estaba aprendiendo, cómo podía sentir esa presión en el pecho que me angustiaba tanto y que me impulsaba a volver? Y con esa majestuosa carta me lo explicó todo!
    Gracias abuelo! No sabés como te extraño!!!

    ResponderEliminar
  5. Un clasico es aquella obra de arte que no tiene tiempo, y en ese sentido las reflexiones de Joaquin son un clasico del pensar y el sentir que a medida que pasa el tiempo, estan mas vigentes que nunca. Leerlo explicando el desarraigo en toda su dimension espiritual a una nieta que estaba a miles de km. de distancia, envuelta en incertidumbres y sentimientos angustiantes, resulta una pieza de un extraordinario valor sentimental, pero ademas, una obra literaria digna del mejor de los escritores. Los argumentos rotundos, descriptivos, conmovedores que empleaba siempre joaquin cuando se trataba de iluminar el camino de un ser querido, siempre fueron asi, inteligentes, calidos, generosos y con un gran sentido de lo que era lo mejor para alguien que el queria mucho.Esta carta es un ejemplo de esa forma de pensar y de sentir las cosas pero sobre todo, de su sabiduria para transmitirlas.Por eso es un clasico, porque siempre esta, por que a medida que pasa el tiempo tiene cada vez mas valor, porque los que crecimos con sus enseñanzas muchas veces seguimos haciendo cosas, sobre todo las que tienen que ver con nuestra familia, como el las hubiera hecho.

    ResponderEliminar
  6. It's a pity you don't have a donate button! I'd most certainly donate to this brilliant blog! I guess for now i'll settle for book-marking and adding
    your RSS feed to my Google account. I look forward
    to brand new updates and will talk about this site with my
    Facebook group. Chat soon!

    My web-site: football jersey with leggings
    My webpage: ohio state football jersey 7

    ResponderEliminar