La formación inicial se compone de Edu D. (elEdu), Hugo P. (Grafo), Hernan G. (PIC), Carli C. (Calito), con la participación especial de
Jorge V. (El Alquimista) y Raúl D. (RD), pero esperamos seamos mas. En este partido como en los partidos de la vida hay alegrias, tristezas, polemicas, amores, desamores, cambios y transformaciones, seria un placer que participes de ellos junto a nosotros..

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lunes, 18 de julio de 2011

La culpa es mía



Con el paso del tiempo me he convertido en un crítico permanente, algo que no llamaría demasiado la atención, ya que en Argentina tenemos ese don de opinar sobre cualquier tema. Pero con el fútbol pasa algo raro. O por lo menos tengo la sensación de estar en un momento histórico en el que se van a recordar jugadores, equipos, entrenadores, presidentes, periodistas, selecciones por hacer todo lo posible para hacer de nuestro deporte popular un lugar donde depositar decepciones e ilusiones inconclusas.
Una vez terminado el Mundial de Sudáfrica y la participación del Sub 20 en el Sudamericano me permití opinar acerca del escaso trabajo o por lo menos, de las pocas muestras de una estrategia con respecto a la formación de una Selección Nacional. Pero esto es historia pasada, no voy a aburrir con ese tema otra vez.
Mi pregunta es: ¿qué fuerza sobre natural con acentuada influencia sobre mi cerebro y con injerencia en la aceleración de mi proceso de sístole y diástole actuó nuevamente antes del comienzo de una competición de los muchachos de la Selección? Este interrogante, como no podría ser de otra manera, me lo respondí yo mismo, si no, no sería un digno argentino enfervorizado por el fútbol. Pero como pasa frecuentemente en las charlar y discusiones que giran en torno a la redonda, se creó una maraña de conjeturas y suposiciones, que me pasé horas tratando de dilucidar por qué me ilusionaba con un equipo en formación que me aburrió en cada amistoso previo a la Copa América.
Creo que me pasó algo similar a lo que los hinchas de River sienten en este receso, previo al inicio del Torneo de la B Nacional, lugar al que llegaron por méritos propios y que ahora asoma como el ansiado salto hacia la gloria perdida luego de años de dirigencia pobre y equipos desteñidos. La sensación de incredulidad y la necesidad de una alegría suprema se pelean en el borde de la línea de entrada a la cancha, pero una vez que el equipo entra quiero estar en la gambeta de Messi, en la juventud de Romero, en la paciencia de Zanetti, en el vértigo de Di María… Pero este intento de teletransportarme es sumamente riesgoso, porque después de algunos partidos puedo caer en un efecto inverso donde gambeteo sin otro destino que el de camisetas de otro color, donde mis manos se vuelven viejas de tantos pelotazos, donde mi paciencia se transforma en un arma inofensiva, y ya no puedo prometer vértigo porque mis ojos están tapados por la sombra de los rivales que me corren con la tranquilidad de no tener que alcanzarme porque saben que tropiezo con mis propios errores.
Y otra vez me veo reflejado en la pantalla de mi Phillips 29”, porque a decir verdad ni siquiera quiero gastar en un LCD, cansado de gritarle a quienes no me escuchan, enojado porque la jugada no termina como yo quiero o porque un comentarista gordo y tendencioso pide a los jugadores y al técnico cosas que él en su vida ha podido hacer, pero tampoco tengo la valentía de ver el partido sin volumen. Necesito sentir el aliento de la gente, el grito de los jugadores que piden la pelota, el golpe del botín contra la pelota…
Mi necesidad de triunfo no tiene límite de tiempo, parece. No pasa lo mismo con mi paciencia. Habrá que ver quién gana. Porque sería fácil colgar los botines y no esperar nada más. O echarle la culpa a que ellos son millonarios y yo no! Qué boludez tan grande! O acaso si yo pudiera no me compraría un BMW o un Audi como los que salieron del predio de Ezeiza después de quedar eliminados???
No muchachos, nada de toda esta charla que tuve conmigo mismo me termina de cerrar.
La culpa es mía.

6 comentarios:

  1. Ayer escuche a Arcuchi (o como se escriba) en el programa de Bonadeo con una interesante reflexión (a las cuales le agrego algunas apreciaciones propias), de como las desiciones en la calle Viamonte son por decirlo de alguna manera: ESPASMOS.
    Cuando Bilardo se va en el 90 y la seleccon jugo muy feo, presa de su rigidez; lo traemos a Basile, Rey de la Libertad.
    Se va Basile porque no funciono su libertinaje; lo traemos a Pasarella, el Kaiser, el disciplinado.
    No funciona Pasarella, lo iba a traer a Pekerman, que dijo yo no, tengo un muchacho estudioso, que le habla de usted a los jugadores, Marcelo Bielsa, él va a sacar esto adelante.
    No funciono Bielsa y su rigidz tactica; asume el paternalista Pekerman.
    No funciona Pekerman, el parco, que no puede manejar el vestuario; traemos al capo de los vestuarios, al Coco nuevamente.
    No funciona el Coco; traigamos al "Maestro motivador" Maradona, sino se inflan con el Diego, con quien sino.
    Se desboco Maradona, no me hace caso; traigamos a alguien que me la tiene que agradecer toda la vida que le de esta oportunidad, El Checho Batista.
    Todos DISTINTOS, sin ninguna continuidad de proceso. SIEMPRE el mismo culpable, JULIO HUMBERTO GRONDONA. Estamos pidiendo que se terminen procesos de jugadores y tecnicos y nos resignamos a que Grondona "quede" siempre. Basta, andate de una vez!

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  2. Exímase de culpa amigo Grafo, no tiene nada para incriminarse. Hay que intentar darle la real dimensión a esta pasión que compartimos muchos llamada fútbol. De lo menos importante, es sin lugar a dudas lo más importante.
    Esto es lo que nos hace como a usted también, renovar expectativas ante el comienzo de cada competencia. Lo curioso de esto es que desde un tiempo hasta acá, esperamos obtener diferentes resultados haciendo siempre lo mismo para conseguirlos. Ahí si existen culpables, el mayor es Grondona (como dice Edu) pero detrás hay una larga fila (dirigentes adeptos, periodistas idem, barras bravas, empresarios inescrupulosos, etc.).
    Por ultimo amigo Grafo, le recomiendo bajar el volumen de la TV y encender la radio para escuchar al gran Víctor Hugo, desde que los secuestradores de goles no trasmiten mas los partidos, se puede hacer tranquilamente sin sufrir la demora histórica que nos hacia sentir que el relator de radio conocía del futuro. Abrazo Grande

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  3. EL ALQUIMISTA J.V.21 de julio de 2011, 5:24

    ¡Que altura de relato?¿Que perfecta descripción de lo que sentimos, creo que la mayoría, cuando vimos a la Selección? Con pocos nombres en juego y sin críticas obvias, me causa una gran ternura ese hincha que dice "la culpa es mía" y ahí está el centro de nuestras vidas: ilusionarnos, vivir intensamente, a veces sin razón y que termine en una desilisión, por suerte "es culpa nuestra".

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  4. en definitiva la culpa es de grondona, tal cual. igual no se va a ir, habria que buscar alguien capacitado una vez.pablo

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  5. Amigo;

    En esta tarde de tormenta y granizo me hice un lugarcito para leer mano inquieta. no es buena combinación la lluvia y las sensaciones que uno encuentra en tu relato... Algunos no sólo "sufrimos" con la Selección, sino que nuestro equipo no para de poner a prueba mi estado cardiaco! Y claro que no es su culpa! Sólo que la esperanza en que las cosas cambien, no se pierden y más si uno quiere que sus hijos disfruten de este deporte como uno o mejor dicho MAS que uno!

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  6. Verdaderamente me identifiqué, todos nos comunicamos con nosotros mismos con cuestiones de está, o distinta indole.....Pero A.F.A. es un desastre.....diagramando campeonatos, organizando la seguridad, manejando los precios de las entradas....piensan en ellos y tres o cuatro equipos...Y pudiendo a nivel selección hacer la amistad, o reconstruir un lazo perdido, con los fanáticos de los equipos olvidados,y no! Terminan prefiriendo armar su cirquito caprichoso. Lindo articulo, saludos! Nico D.

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