Leandro despejó con los tapones de su botín izquierdo los restos de la helada de domingo invernal que cubrían la zona del corner.
Aprovechó que el juego estaba detenido, mientras el arquero rival se reponía del terrible esfuerzo que el remate fuerte bajo y esquinado de Gabi le había exigido, para pedirle al Gordo Julio que le pasara el termo de mate cocido con whisky. Religiosamente este amigo, que también hacía las veces de director técnico, llevaba consigo este termo para aminorar los efectos del frío. Apuró un trago fuerte y esperó la órden del árbitro.
El encargado de realizar estos tiros era Sergio, pero por no calentar bien antes de empezar el partido había sufrido un tirón que no le permitía pegarle fuerte a la pelota. Como no tenían jugadores para realizar el cambio, Sergio siguió jugando.
Acomodó la pelota nuevamente en una cómplice mata dejando el pico hacia el área, el grupo de especialistas ya estaban en la cueva. Al primer palo el enano Omar, el Oso en el punto del penal y por el segundo palo el flaco Leo. Al borde del área 18, Gabi y el gordo Ángel expectantes al rebote.
Cuando el arbitro pitó, de una manera muy intuitiva Gabi picó en dirección a Leandro como reclamando que la jugara corta, sin desconocer que el centro de Leandro posiblemente no fuese bueno. Éste, entusiasmado con el hueco dejado por el arrastre de la marca, se creyó capaz de ponerla en el punto del penal donde el Oso parecía tan solo.
El centro llegó alto y fuerte, empezó a pasar a todos incluso al arquero que atinó a regresar sobre sus pasos. Estéril quedo su bolada, la pelota se filtró entre cabezas y brazos entrando por el ángulo del segundo palo.
Leandro salió corriendo y se abrazó con el Gordo Julio, detrás llegaron todos a sumarse al festejo. Exhausto quedo arrodillado con la mirada al cielo, agradeciendo vaya a saber a quien, tremenda casualidad olímpica.
AUTOR: Calito
Este es un blog de futbol, un blog de cuentos, un blog de historias y recuerdos; es un blog hecho con amigos, para viejos amigos y nuevos amigos.
La formación inicial se compone de Edu D. (elEdu), Hugo P. (Grafo), Hernan G. (PIC), Carli C. (Calito), con la participación especial de Jorge V. (El Alquimista) y Raúl D. (RD), pero esperamos seamos mas. En este partido como en los partidos de la vida hay alegrias, tristezas, polemicas, amores, desamores, cambios y transformaciones, seria un placer que participes de ellos junto a nosotros..
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martes, 15 de junio de 2010
Casualidad Olímpica
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Mano Inquieta y el Futbol
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Con este relato se me viene a recuerdo el idolo que tuvimos los hinchas de boca que actualmnete tiene entre 30 y 40 años, el gran "Comitas", especialista en el Corner Olimpico.- Muy Bueno che.-
ResponderEliminarQuién sabe si a Cesáreo Onzari, primer jugador en marcar un gol de córner, no le paso algo parecido!!! Muy buena ejecución Carlitos!
ResponderEliminarestimado "calito": muy bueno el relato, pero si me permitis quisiera decir que el gol olinpico me parece una jugada(cuando es premeditada y no casual como en el relato) que desvirtua este "juego"(como les gusta llamarlo a los liricos)En primer lugar quien recurre a este recurso para sacar ventaja (hacer un gol) es una persona desinteresada por el resto de la humanidad. El tipo patea al arco, no le importa que el resto de sus compañeros esten esperando ansiosos que los busque para que ellos tengan la posibilidad de mandarla para adentro. El egoismo podria decirse, es el principal motor de quien intenta esta jugada.Ademas, en caso de tener exito, a este tipo tampoco le importa lo ridiculo que queda un arquero al que le hacen un gol olinpico No piensa que el pibe (generalmente los goles olimpicos se los hacen a los arqueros jovenes y de poca estatura) tiene una familia que seguramente llevara por siempre el mote de"Los familiares del que se comio un gol oilmpico"Sin contar que la mayoria de las veces,el egolatra que estoy describiendo intentara durante toda su vida hacer un gol olinpico, ganadose innumerables putedas despues de hacer correr a sus companeros reiteradamente al pedo. En esta descripcion por supuesto no cuento a Comitas por ser uno de los pocos que nos hizo sonreir en aquella funesta decada del 80, pero seguramente el tal Onzari le tomaba la leche al gato. Igualmente, muy bueno Calito
ResponderEliminarAqui contesta "elEdu egolatra". Intentar un gol olimpico es un desafio personal, claro, si se tiene el talento, cosa que logicamente muchos no tienen ni idea de como lograrlo. No traslade su frustación R.D. de no poder meterle comba a la pelota para intertarlo, a gente como uno. Yo lo he intentado alguna vez en cancha de 11 y ni hablar en cancha de 5, y alguna vez me ha salido... Todo depende también de la la oportunidad que este tiro encuentre, como toda decisión en el futbol si uno ve la circunstancia lo intenta. La pelota dobla, solo hay peinarla con la parte interna y adentro.-
ResponderEliminarMe sumo al Club del ególatra. El fútbol, como la vida, está lleno de decisiones. Y así como a algunos no se les ocurre ni siquiera patear el córner, a otros les surge patear directamente al arco aprovechando cierta ductilidad para tan osada aventura. Lo he intentado siempre y he visto gente que la emboca dándolo con borde externo!!!! Dígame si no es para aplaudir!!!
ResponderEliminarEntiendo su intento de protección hacia el que escribe la historia de los que pierden en esta jugada, llámese arquero rival o compañero que recorrió 70 metros para buscar conectar el centro, pero permítame RD contradecir su postura.
Ahora entiendo por qué no me quisieron cobrar uno que hice en el Aserradero, cuándo CASUALMENTE el arquero era Usteeeeeeeeed!!!
Creo que no hace falta más justificación para mi postura.
Saludos con comba para todos!
El gordo Nuñez demostró que claramente dobla la bola. Lo que si repudio son esos calamitosos faltos de magia que intentan un gol olímpico y sale un tirito q solo facilita el saque de arco, mientras los centrales de su equipo deben volver con mucha velocidad y ganas de trompearlo
ResponderEliminarQuerido grafo: lamento mucho que su conviccion acerca de las bondades del gol olimpico se hayan consolidado con aquella recordada(por Ud pero no por mi) jugada en la que le habria invalidado una memorable accion en la que me habria hecho un gol olimpico. No recuerdo como fue ni porque se la anule, pero seguramente debe tener que ver con lo que pienso (y ratifico) de aquellos que arteramente en vez de patear un centro, quieren embocarla al arco directamente. Ademas, seguramenete habre hecho valer mi ascendencia como tio suyo y le habre aplicado las tiras ¡IRRESPETUOSO..!
ResponderEliminarQuiero agregar a este acalorado debate, que nunca me interesó el gol olímpico. Estuvo muy lejos de mi característica como jugador. Me parece un tema baladí, sobre todo si consideramos que en la historia del fútbol argentino se consiguieros 18 goles de esta factura, algo absolutamente intrascendente para la grandeza de nuestro fútbol. Además, ningún jugador de Ferro ha convertido este tipo de gol, lo cual me afirma más en el amor a esos colores verdolagas: no tuvimos ni tememos ególatras del gol, por humildes y porque no,por troncos.
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