Mientras viajaba hacia el estadio seguía pensando qué había pasado para que Yazid hiciera algo tan tremendo. Está bien que su hermano nunca se dejó avasallar por nadie, siempre defendió su integridad y la de su familia, pero esto que había hecho le resultaba increíble y todavía no salía de su asombro.
Mientras el taxi avanzaba, Lila recordaba su vida en la Castellané, en los suburbios de Marsella. Sus padres se instalaron allí luego de emigrar de Cabilia, una pequeña aldea de agricultores del norte de África. Para Smaill y Malika, Marsella era la oportunidad buscada. Las posibilidades de trabajo en el puerto de Marsella y el multiculturalismo de su población, les permitían pensar en que era el lugar ideal para formar su familia. Y así fue. Allí nacieron sus cinco hijos, cuatro varones y una mujer, Lila.
Allí todavía viven sus padres y los tres hermanos mayores. Ella y Yazid emigraron hace tiempo.
Mientras mira por la ventana el tráfico de Berlín, piensa que quizás Yazid haya forjado su carácter en los potreros del barrio de su infancia. En la Castellané, el fútbol como la vida, no eran asuntos para tibios. Así lo entendió Yazid, desde pibe, desde que entró a la Foresta, el equipo del barrio en el que jugaban la mayoría de los africanos del norte.
Cada vez que llegaba el domingo, la Castellané hervía en los potreros que florecían por todos lados. Cada cual defendía sus colores y su origen: Magrebíes, armenios, rusos, marroquíes, turcos, italianos, bereberes, formaban distintos equipos que se enfrentaban en partidos en los que el que arrugaba mejor que no volviera al próximo entrevero. No era fácil jugar en esos lugares. Ahí se jugaba todo: la familia, el origen, el honor, eran partidos definitivos, terminales. Los más bravos eran contra los italianos. Será porque todavía estaban frescos los recuerdos de la Segunda Guerra o porque siempre fue así, desde los tiempos de Roma y Cartago, lo cierto es que cuando se enfrentaban, el partido nunca duraba 90 minutos, siempre terminaba antes en medio de una batalla campal.
Y en esos duelos fenomenales, Yazid era el mejor. No solo era el mejor por lo que jugaba, sino porque ya desde muy chico copaba todas las paradas. Era extraordinariamente habilidoso, pero también era el primero en defender a un compañero, era el que no permitía las injusticias y mucho menos, la ofensa, la falta de respeto por sus orígenes.
Cada tanto, a la vuelta de esas contiendas homéricas, Yazid volvía lastimado y entonces encontraba el consuelo de su hermana, que lo curaba en silencio, sin reproches, cuidando que sus padres no lo vieran en ese estado y no fuera cosa que no lo dejaran volver a jugar.
Lila era su refugio, su confidente. A pesar de llevarle solo dos años, Lila sentía que Yazid la respetaba casi como a su madre. Quizás por ser la única mujer de cinco hermanos, o porque Malika debía trabajar para ayudar a Smaill, lo cierto es que Yazid era capaz de hacer cualquier cosa por su hermana.
El taxi frenó de golpe ante un semáforo y Lila volvió de sus recuerdos. Volvió a la realidad, estaba preocupada porque cuanto más lo pensaba, más le intrigaba saber que había llevado a su hermano a cometer semejante locura. El auto avanza y los recuerdos vuelven a envolverla. Recuerda y sonríe. Se ve vestida de “mujer maravilla” y Yazid disfrazado de “hombre araña”. Dos niños, apenas, dos niños pobres en los suburbios de Marsella que solo quieren jugar. Recuerda cuando, ya más grandes, les encantaba escaparse hasta el Vieux-Port y subir al faro de Santa María desde donde se entretenían mirando la entrada y salida de los barcos del puerto de Marsella. Siempre juntos, ellos dos, Lila y Yazid, inseparables.
El chofer le anuncia que están por llegar, en ese momento la radio reproduce una versión de lo sucedido con Yazid: “Materazzi insultó a su hermana, la llamó prostituta, por eso “Zizou” le dio un cabezazo que le ocasionó la expulsión”. Lila quedó estupefacta. Ahora entendía. No podía ser de otra manera. No podía ser que su hermano cometiera semejante locura, justo en la final, ante millones de personas, sino fuera porque algo muy grave le había dicho ese italiano para que Yazid reaccionara de esa forma.
El taxi llegó al Estadio Olímpico de Berlín, Lila bajó y empezó a correr esquivando a miles de personas que salían apuradas. Solo quería ver a su hermano, abrazarlo y agradecerle por lo que había hecho, por haberla defendido, por cuidar a su familia, por hacer respetar su origen, por su integridad. Sólo quería abrazarlo y consolarlo, curarle las heridas, como cuando volvía de las cruentas batallas de todos los domingos, que se sucedían, una tras otra, en aquella barriada pobre de la Castellané…
NOTA: Zinedine Zidane fue uno de los más extraordinarios jugadores de los últimos tiempos. Habilidoso, guapo, un exquisito.
Los franceses lo conocían como “Zizou” pero su familia lo llamaba Yazid, su segundo nombre.
El cabezazo que le metió a Matterazzi es otro de los hechos inexplicables que ocurren en el fútbol. De cualquier manera, Zidane fue tan grande que a pesar de lo que hizo fue consagrado como el mejor jugador del último mundial. El baile que le pegó a los Brazukas, es inolvidable. Salud, Zizou.-
AUTOR: R.D.
Este es un blog de futbol, un blog de cuentos, un blog de historias y recuerdos; es un blog hecho con amigos, para viejos amigos y nuevos amigos.
La formación inicial se compone de Edu D. (elEdu), Hugo P. (Grafo), Hernan G. (PIC), Carli C. (Calito), con la participación especial de Jorge V. (El Alquimista) y Raúl D. (RD), pero esperamos seamos mas. En este partido como en los partidos de la vida hay alegrias, tristezas, polemicas, amores, desamores, cambios y transformaciones, seria un placer que participes de ellos junto a nosotros..
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viernes, 14 de mayo de 2010
La locura de Yazid
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Que bueno que esta pensar la historia que puede haber detrás de una reacción, y es evidente que comparto esa inquietud por imaginarlo. Muy bueno pa!
ResponderEliminarEXTRAORDINARIO!. COMO MUJER "MANO INQUIETA" ME HIZO ENCONTRAR EL GUSTITO POR LOS MARAVILLOSOS CUENTOS Y RELATOS QUE ESCRIBEN SOBRE FUTBOL Y OTRAS COSAS.
ResponderEliminarFELICITACIONES A TODOS Y PARA VOS RAUL, SOS UN CAPO!
Este relato, de muy cuidada construcción y de una extraordinaria calidad, me confirma una vez más algo que me ronronea desde hace tiempo en la cabeza. La realidad es solo una construcción discursiva. Los hechos, todos los hechos se pueden reconstruir conforme a un discurso literario. Ese discurso construye la realidad, que finalmente pasa a un segundo plano cuando ese relato es lo suficientemente bueno. Esto puede resultar duro para un historiador, que busca elementos en el pasado que expliquen el presente, porque esos elementos al reescribirlos transforman esa historia, esa realidad. La reescribe y le agrega su visión literaria que la convierte en otra realidad.
ResponderEliminarPor eso, refuto la realidad, refuto que sea la única verdad y reivindico la literatura, que es donde nace y se reescribe permanentemente la realidad.
Excelente el relato, me lo creo. ¿Es ficción,fue realidad?, no importa, como en el relato de la enfermera en el doping del Diego contra Nigeria, me lo creo y eso es suficiente.
Refutador el "Adanbuenoayres" esta afectando tu mundo. Probablemente despues de este seminario empieces a ver que tu vida esta llena de realidades alternas hasta llegar a la locura, ja. Solo los grandes escritores como Marechal pueden lograr mover pensamientos y brindo por ello. En cuanto al cuento creo que hubo un trabajo previo de investigación y gran parte es real. Cerrando, como diria nuestro amigo de barba infinita, todo tiene que ver con el imaginario social de donde proviene cada uno. Excelente cuento, saludos.-
ResponderEliminarSin ánimo de entrar en la polémica, ¿que significa que "gran parte es real"?. Significa que él o alguien tradujo en letras su pensamiento. Nada es real, todo es ficción y literatura.
ResponderEliminar"Historia basada en un hecho veridico". Si hay una investigación previa de los hechos, hay algo real, no todo es ficción y literatura. Es verdad que Zidane tiene una hermana llamada Lila, que su nombre es Zinedine Yazid Zidane y que la familia lo llama Yazid, etc. Hay cosas reales, señor.
ResponderEliminarSin ánimo de continuar la polémica, pero no me refería a la existencia física de Zidane, o Yazid, como lo llama su familia, tampoco desmiento la existencia física de su hermana y porque no del resto de su familia, aunque no esté citada in extenso en el relato. A lo que me refiero es la la "construcción" de la realidad a través de un relato literario, que la convierte en ficción. Ya no es realidad, es pura literatura. Un abrazo grande.
ResponderEliminarDesconozco que filosofo fue, pero estoy seguro que dijo: " Los hechos no existen, todas son interpretaciones...". Bienvenidas todas ellas, nos enriquecen cuando son muchas. Felicitaciones para el autor, excelente recurso literario y perfecta aplicacion.
ResponderEliminarNota: Yazid habrá jugado mucho en Castellané, pero si tendría que jugar en el conurbano no terminaba ningun partido...